Las ITV echan para atrás casi 2.000 vehículos al mes por contaminar
La cifra de automóviles rechazados aumenta más de un 54% en solo dos años con el endurecimiento de la vigilancia
El endurecimiento de la vigilancia sobre los gases nocivos de los automóviles, que el Gobierno estatal puso en marcha en el verano de 2016 tras el escándalo de los motores trucados de Volkswagen, es una realidad que ya se deja notar con fuerza en las estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) de la Región.
De acuerdo a los datos facilitados desde la Consejería de Empleo, Universidades y Empresa y Medio Ambiente, hasta 23.939 vehículos fueron rechazados el pasado año en la Región por no mantener a raya sus emisiones contaminantes. Suponen cerca de 2.000 vehículos cada mes.
La nueva norma, que vino a aplicar en España las exigencias marcadas por Bruselas, trajo de la mano un importante aumento de los vehículos rechazados por no ceñirse a los límites de emisión de gases nocivos.
En 2016 -año en que entró en vigor el endurecimiento de la vigilancia- eran 15.528 los vehículos a los que se echaba para atrás en la Región por sus emisiones. En solo dos años la cifra ha repuntado un 54,1%, hasta alcanzar los 23.939.
El porcentaje de rechazos por esta problemática ronda actualmente el 3,6%, según indican los datos facilitados por la Consejería. Los ciclomotores, con una tasa de negativas del 4,36%, se llevan la palma. A día de hoy son los vehículos que tropiezan más con un ‘no‘ en las estaciones, aunque en su caso el ‘suspenso‘ no se debe a pruebas de emisiones de gases (a las que no se les somete), sino a controles de emisiones de ruidos. En el caso de los coches, el porcentaje ronda el 4%, y en las motocicletas, el 3,9%. En el ámbito del transporte de mercancías, la tasa oscila entre el 3,2% de aquellos vehículos de menos de 3.500 kilos y el 1,6% de los vehículos que exceden ese peso. Los autobuses, con un 1,5%, y el transporte escolar, con un 1,4%, suelen encontrar menos problemas en este sentido.
Hasta 680.669 primeras inspecciones se llevaron a cabo el pasado año en las plantas de la Región.
El porcentaje de rechazos también varía notablemente en función del tipo de combustible que utiliza el automóvil. El estudio ‘Contribución de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) a la seguridad vial y al medio ambiente‘, realizado por el Instituto de Seguridad de los Vehículos Automóviles (ISVA) de la Universidad Carlos III, por encargo de la asociación Aeca-ITV, pone de manifiesto que a nivel nacional, entre los vehículos diésel, el porcentaje de negativas es del 3,29%, mientras que en el caso de los automóviles de gasolina la tasa disminuye hasta un 1,29%.
Los defectos vinculados al acondicionamiento exterior e interior y a la identificación del coche son los más usuales
Este paso adelante por una conducción sostenible se produjo en julio de 2016, después de que el escándalo de los motores diésel de Volkswagen pusiese el foco directamente en el sector del automóvil.
El cambio implicó nuevos criterios de medición de gases para los vehículos diésel, en general, y los Euro 6, en particular, más estrictos que los que regían hasta ese momento.
Una línea ascendente
Desde su arranque, según explicó el presidente de la asociación Aeca-ITV, Luis Gutiérrez, el cambio normativo se tradujo en un mayor número de rechazos a coches en las inspecciones por incumplir los requisitos medioambientales. Los controles sobre esta materia también registraron una línea ascendente. Si en 2016 se llevaron a cabo 622.862 pruebas sobre gases nocivos en las estaciones murcianas, el pasado año se llegó a 657.826. Suponen 34.964 más al año.
La normativa que regula la emisión de gases se ha ido endureciendo en los últimos tiempos, experimentando continuos cambios. Los vehículos diésel matriculados antes del 1 julio de 2008 no pueden arrojar en la ITV valores por encima de 2,5, y los turbodiésel, de 3, mientras que los matriculados desde el 1 de julio de 2008 en adelante, sean diésel normal o turbodiésel, no pueden llegar a 1,5 metros menos uno (m-1) de opacidad en la emisión. El siguiente paso fue rebajar a 0,7 los niveles de emisión para los vehículos catalogados como Euro 6, ya sean turismos, todoterrenos, furgonetas y camiones.
La modificación de las reglas no acabó aquí y, a partir de mayo de 2017, cualquier vehículo de cuatro ruedas que no llevase una pegatina o placa indicando sus niveles de emisión contabilizaba durante la inspección como un defecto leve y podría conllevar suspender la inspección si se acumulaban. A partir de mayo del año pasado, la vigilancia en esta materia dio un nuevo giro de tuerca y se endureció aún más. Las estaciones realizan ahora una nueva prueba con la que aumenta el control de los gases contaminantes de los vehículos. Así lo exige la modificación del manual de procedimiento de las ITV. La nueva prueba se hace en conexión con el sistema de diagnóstico del vehículos, conocido por las siglas OBD. Si se detecta algún fallo, ese vehículo ya no será sometido al control tradicional de emisiones de gases y la inspección será desfavorable. El problema se califica como defecto grave y por lo tanto deberá ser revisado y solucionado en un taller antes de volver a pasar la ITV dentro del plazo establecido.
Más trabajo en las estaciones
Más allá del control de las emisiones, el trabajo de las estaciones de ITV también aumentó en los últimos años. El pasado año se realizaron 680.669 primeras inspecciones -a ellas habría que sumar otros 123.263 segundos exámenes- en estos centros, una media de 1.864 cada día. El porcentaje de rechazos en las primeras inspecciones rondó en la Región el 17,18%, según señalan los datos facilitados por la Consejería. A nivel nacional, conforme a la estadística que maneja la asociación Aeca-ITV, relativa a 2016, el porcentaje de rechazos es de un 18,17%.
Entre los defectos graves detectados en los automóviles controlados, los problemas con el acondicionamiento exterior figuran entre los más persistentes, con un 34,2% de los casos. Los defectos en el acondicionamiento interior, presentes en un 19,5% de los automóviles, también están a la orden del día.
Los errores en la identificación del vehículo son el tercer problema más recurrente que se encuentran los conductores en sus inspecciones, con un 11,8%. Los defectos en el alumbrado, los ejes, las ruedas y la transmisión o el frenado figuran también entre los más frecuentes. Menos usuales son las deficiencias relacionadas con la dirección o el motor de los vehículos.
Fuente: laverdad.es